Cómo comprar de manera inteligente en tiempos de crisis

Las estadísticas nos dicen que, en promedio, una familia de cuatro personas gasta alrededor de 900 euros sólo para la comida y la ropa. Así que este es un valor bastante importante, que se convierte en dramática si la familia tiene un ingreso. La reciente recesión económica, mediante la reducción del poder adquisitivo de las familias y el aumento en el número de parados, no ha hecho sino aumentar el problema. A la espera de tiempos mejores, vemos cómo hacer el comercial de una manera inteligente, en tiempos de crisis, con una forma innovadora: explotando el potencial de Internet que ahora, aparte familias por desgracia muy pobre, todo el mundo puede ver. Si deseas más información, por favor lea los pasos de esta guía que le dirá cómo ahorrar en el gasto.

Empezamos a ver si tenemos hábitos alimenticios, además de ser el más sano, son también las que le permiten limitar el gasto. La carne y el pescado se consideran los elementos más esenciales para una dieta saludable, pero también son los más caros. En particular para la carne, una porción por comida es sin duda demasiado. Se piensa mejor no comer carne durante más de 4 veces a la semana con 2-4 comidas las que se utilizan los peces. En el restante 6-8 comidas, verduras, huevos y queso, pueden, de hecho, debe reemplazar la carne con respecto a la ingesta de proteínas. Incluso las verduras y las frutas son más bien rellenos, económicas y saludables, a continuación, reducir las porciones de carne y aumentar los de verduras mejora tanto la salud del cuerpo que el de las carteras.

Todos los supermercados tienen un sitio de Internet, y en este sitio web es siempre el llamado "volante", con ofertas especiales para el período. La gran ventaja es que con especiales se pueden comprar productos de calidad que pasan 20-50% menos. Este porcentaje, si podíamos hacer con el gasto de sólo productos de descuento , se traduciría en un ahorro inmediato, considerando € 900 de gasto medio , se puede llegar fácilmente a € 300 mensuales. Por supuesto, los descuentos deben ser reales, los productos que normalmente se compra, y no hay productos más caros de lo contrario, los ahorros serían menos.